Parashat Terumah

La porción de esta parashah se encuentra en el libro de Shemot 25:1-27:19.

Habiendo terminado los mishpatim (leyes) en el capítulo 23, Adonay ordena a Mosheh que se prepare para subir al Monte Sinai, en compañía de Aharón, Nadav, Avihú y Iehoshúa, junto con setenta ancianos de Israel. La preparación lleva seis días y al séptimo el Señor se le revela a Mosheh para añadir nueva revelación (capítulo 24). Esta revelación se efectúa en el lapso de cuarenta días y noches que Mosheh permaneció solo dentro de la nube de gloria del Eterno (Devarim 9:9).

La parashat Terumah se inicia en el capítulo 25 con el contenido de esa nueva revelación.

Lo que viene tiene que ver primordialmente con tres temas:

  • El primero tiene que ver con el tabernáculo (25, 26 y 27).
  • El segundo con el sacerdocio (28:1 a 29:37).
  • El tercero el servicio de adoración (29:38 a 31:18)

Como a partir de la creación de Israel y consumado el estudio de la redención, nos hemos venido concentrando en los estudios de los mitzvot del Eterno, hoy vamos a examinar la tercera de las tres mitzvot de esta parashah. Las tres mitzvot son:

  1. Precepto de construir el Templo (o el Tabernáculo) (Ex 25:8)
  2. Prohibición de quitar las varas de los anillos del Arca (Ex 25:15)
  3. Precepto de poner el pan de Semblantes (léjem hapanim) y el sahumerio (qetóret) (Ex 25:30)

Los preceptos segundo y tercero de esta parashah, es decir el 96 y 97 entre los 613 son para los kohanim, mientras el primero de esta parashah, el de construir un Miqdash es para todo israelita.

  1. EL SHULJÁN (LA MESA)

Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio. Y la cubrirás de oro puro, y le harás una diadema de oro alrededor.

(Shemot 25:23-24) 

A diferencia de la diadema de oro que rodeaba el Arca, la cual simbolizaba la «Corona de la Tora», esta diadema tenía un significado distinto, dado que en sí misma la Mesa [shulján] también tenía un significado simbólico distinto.

Este era el símbolo de la «Corona de la Realeza»[1]. Pues la Mesa [shulján] simboliza riqueza y grandeza, puesto que con respecto a una mesa llena de platillos suculentos se dice que es «una mesa de reyes»[2].

Le harás también un bastidor (מִסְגֶּרֶת) (misgéret) alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás al bastidor una diadema de oro alrededor.

(Shemot 25:25)

מִסְגֶּרֶת (misgéret) bastidor o moldura. Con respecto a este bastidor los rabinos de Israel tuvieron una diferencia de opinión. Hay quienes afirmaron que el bastidor o marco estaba por encima, rodeando la superficie de la Mesa, en forma similar a la moldura que está en los bordes de las mesas de los nobles. Y hay quienes dijeron que el bastidor se hallaba debajo de la superficie superior de la Mesa, encajado de pata en pata en los cuatro lados de la Mesa, la tabla de la Mesa descansando sobre el bastidor[3].

זֵר־זָהָב (zer-zahav) diadema o cornisa de oro. Es la misma mencionada en el versículo anterior donde se mencionaba la orden de hacerla pero no se indicaba dónde debía ir como sí se dice aquí en este verso: alrededor del bastidor.

Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. Frente a la moldura estarán los anillos, para lugares de las varas para llevar la mesa. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa.

(Shemot 25:26-28)

Verso 27:  לְעֻמַּת הַמִּסְגֶּרֶת תִּהְיֶיןָ הַטַּבָּעֹת (leummat hammisgéret tihiena hatabaot) Frente a la moldura estarán los anillos. Siguiendo la opinión que afirma que el bastidor se hallaba debajo de la plancha superior de la Mesa (Séfer haZikarón), los anillos estarían insertados en las patas de la Mesa, colocados frente a los extremos del bastidor. Si el bastidor se hallase encima de la superficie superior de la Mesa, los anillos no podrían estar insertados en las patas de la Mesa, sino arriba de ellas.

  1. LEJEM PANIM, EL PAN DE SEMBLANTES (EL PAN DE LA PROPOSICIÓN)

Harás también sus platillos, sus cucharas, sus tubos y sus soportes, con los cuales será cubierto; de oro fino los harás. וְנָתַתָּ עַל הַשֻּׁלְחָן לֶחֶם פָּנִים לְפָנַי תָּמִידVenatatá al-hashulján léjem panim lefanai tamid. Y pondrás sobre la mesa el pan de semblantes delante de mí continuamente.

(Shemot 25:29) 

Los «platillos» se refiere al molde que estaba hecho igual a la forma del pan. El pan estaba hecho como una caja abierta en dos de sus lados; tenía un fondo en la parte inferior, y era doblado hacia arriba en sus dos extremos longitudinales para formar algo así como paredes[4].

Por ello era llamado «Pan de Semblantes» [léjem hapanim], ya que tenía «rostros» -es decir, superficies- que miraban en ambas direcciones hacia los lados del Templo, desde cualquiera de estas direcciones.

En español, a estos panes se les suele llamar «pan de la proposición».  La palabra «proposición» pretendía traducir la palabra צָּנִים, (Tzanim) ya que se entendía ésta como indicando que el pan debía estar «enfrente». Tal nombre es equívoco, ya que צָּנִים no indica la posición del pan sino el hecho de que tenía «rostros» o superficies en sus dos extremos. Por otra parte, este es el mismo pan llamado לֶחֶם הַתָּמִיד (léjem hatamid), «Pan Continuo», en Bemidbar 4:7; Dibré haYamim Alef, 9:32, también se le llama לֶחֶם הַמַּעֲרָכֶת (léjem hamaarájet), «Pan del Arreglo».

El largo del pan era puesto a lo ancho de la Mesa, y las paredes del pan quedaban erguidas directamente encima del borde de la Mesa.

Sobre la superficie de la mesa había dos panes, se ponía la longitud de un pan a lo ancho de la Mesa, de tal modo que llenase la anchura de la mesa borde a borde para que el grosor de la plancha superior de la mesa se prolongase verticalmente hacia arriba, siguiendo las paredes del pan. Y lo mismo hacía con el segundo pan. La longitud de la mesa quedaba frente a la anchura del Tabernáculo, de este modo los «semblantes» -las superficies laterales- del pan miraban hacia los lados del Tabernáculo (Sifté Jajamin). Los diez panes restantes (en total eran doce) eran colocados encima de los dos inferiores.

Para fabricar el pan se hacía un molde de oro y un molde de hierro. En el molde de hierro se lo horneaba, y cuando se lo sacaba del horno era colocado en el molde de oro hasta el día siguiente, el Shabat, cuando era arreglado sobre la Mesa. Este molde era llamado קְעָרָה (qearah), «platillo»[5].

Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efáY las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de IHWH. Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a IHWH. Cada Shabat lo pondrá continuamente en orden delante de IHWH, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo.

(Vaiqrá 24:5-8) 

El léjem hapanim era hecho de harina fina [sólet]. La masa del pan tenía diez tefajim [puños] de largo, cinco de ancho y uno de grosor. En las cuatro esquinas de la masa se agregaba algo así como cuatro «cuernos» o protuberancias, a partir de la masa misma. La masa era doblada dos tefajim y medio hacia arriba, y luego era colocada en moldes de hierro para ser horneada. Después de horneada, cada pan tenía cinco tefajim de longitud, cinco de ancho y dos y medio de altura. El pan era horneado en la víspera de Shabat. En Shabat mismo, al día siguiente, era retirado de los moldes de hierro y colocado en idénticos moldes de oro, y luego sobre la Mesa, donde permanecía hasta el Shabat siguiente, cuando era retirado y se colocaba pan nuevo horneado la víspera. El pan de la semana anterior era repartido entre los kohanim y, de forma milagrosa, conservaba toda su frescura a pesar de que habían transcurrido nueve días desde que fuera horneado.

Y será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a IHWH, por derecho perpetuo.

(Vaiqrá 24:9)

Aunque Vaiqrá permite sólo a los kohanim (sacerdotes) comer el pan de la Proposición, el cual era separado y puesto ante el arca en la casa de Eloha (Tabernáculo), 1 Samuel 21:1-6 nos relata cómo el Rey David y el sacerdote Ajimélej pareciera que violaron esta mitzvah (mandamiento) de la Torah Escrita:

Vino David a Nov, al sacerdote Ajimélej; y se sorprendió Ajimélej de su encuentro, y le dijo: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo? Y respondió David al sacerdote Ajimélej: El rey me encomendó un asunto, y me dijo: Nadie sepa cosa alguna del asunto a que te envío, y lo que te he encomendado; y yo les señalé a los criados un cierto lugar. Ahora, pues, ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes, o lo que tengas. El sacerdote respondió a David y dijo: No tengo pan común a la mano, solamente tengo pan sagrado; pero lo daré si los criados se han guardado a lo menos de mujeres. Y David respondió al sacerdote, y le dijo: En verdad las mujeres han estado lejos de nosotros ayer y anteayer; cuando yo salí, ya los vasos de los jóvenes eran santos, aunque el viaje es profano; ¿cuánto más no serán santos hoy sus vasos? Así el sacerdote le dio el pan sagrado, porque allí no había otro pan sino los panes de la proposición, los cuales habían sido quitados de la presencia de IHWH, para poner panes calientes el día que aquéllos fueron quitados.

David venía huyendo del rey Shaul para salvar su vida. Llevaba junto son sus acompañantes, tres días de huída y llegan al Tabernáculo que para aquel tiempo estaba en Nov. Era Shabat. David le pide pan para él y sus acompañantes. El sacerdote solo tenía los panes de semblantes que solo él y sus compañeros sacerdotes podían comer. Sin embargo, se los dio a David y a sus acompañantes a condición que estuvieran en estado de pureza ritual.

Es decir, el sumo sacerdote interpretó que la orden del Eterno de que solo los sacerdotes pudieran comer de él quería decir que se tenía que comer en estado de pureza ritual, conforme está mandado que de las cosas sagradas solo se puede participar en estado de pureza ritual como se nos enseña en Vaiqrá 22:4-7[6] no importa que se sea sacerdote o no. El Eterno lo reservó a los sacerdotes, no por el hecho de ser sacerdotes, sino porque como sacerdotes estaban acostumbrados mejor que cualquier otro judío a guardar las leyes de pureza ritual. Por eso les dio del pan a David y a sus acompañantes.

David por su parte, tan celoso de los mandamientos del Eterno, tomó del pan no solo porque cumplían con la condición de la pureza ritual sino porque entendía que el comer en ese momento era asunto de vida o muerte donde salvar la vida tiene prioridad sobre cualquier otro mandamiento ya que los mandamientos son para vida[7].

Pues bien en la Brit Hajadashah se nos narra que en aquel tiempo iba Ieshúa por los sembrados en un Shabat; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en Shabat. Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Eloha, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? (Mat 12:1-4)

El texto Griego dice, literalmente, “haciendo lo que es ilegal en Shabat,” es decir, haciendo algo que los perushim (fariseos) consideraban que era en contra de la Torah.  El argumento no era sobre si era permitido recoger granos con la mano del campo de alguien, porque esto está expresamente permitido en Devarim 23:26 (25 en las versiones no hebreas), que dice: “Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.” Así que el punto era si esto se podía hacer en Shabat. Lo que podemos ver detrás de este aparentemente asunto menor, es si la tradición farisaica -la cual se desenvolvía en lo que el judaísmo rabínico llama la Torah Oral, la cual posteriormente se plasma en la Mishnah, la Gemarah y otros trabajos, es revelación de Eloha al hombre y particularmente a todos los judíos. La cuestión la podemos explorar más profundamente cuando veamos el capítulo 18:18-20 de Matitiahu (Mateo) y Marcos 7:5-13.

De acuerdo con la Torah Oral, tal como lo tenemos hoy en la Mishnah (Shabat 7:2) treinta y nueve categorías de melajah (trabajo) son prohibidos en Shabat, a saber, aquellos prohibidos en Shabat mientras que el Tabernáculo iba siendo construido. Uno de estos era recoger la cosecha; otro, trillar. En el versículo 1 leímos que los talmidim (discípulos) estaban recogiendo espigas; y en un pasaje paralelo, en Lucas 6:1, ellos también aparecen frotando los granos en sus manos, lo cual podría ser definido como trillar. Este es el contenido de la acusación que los perushim (fariseos) estaban haciendo contra ellos y por implicación contra Ieshúa, quien, siendo su maestro, era el responsable por sus modales.

La respuesta de Ieshúa va por el lado que la interpretación más válida de la Torah no es tanto la tradición rabínica, llamada Torah Oral, sino la hecha y puesta por escrito por los neviim (en este caso el libro del profeta Shemuel que narra lo de David y los panes de la proposición, y que quedó consignada en el Tanaj) y, por tanto, que la preservación de la vida tiene prioridad sobre Shabat.

Pero finalmente volviendo a la parashah, ¿cuál es el significado de estos panes de semblantes? Maimónides tratando de explicar racionalmente el  significado de los objetos sagrados que había en el משכן «Mishkán» Tabernáculo- dice, con respecto a la mesa que había en el mismo:

«Con respecto a la mesa y a los panes que debían estar expuestos en la misma permanentemente, no conozco la razón, y hasta este momento no he hallado ninguna razón a la cual atribuir este hecho. «

(Guía de los Perplejos III 45).

Pero, de acuerdo con Abarbanel, el Mishkán simboliza «el Palacio del Rey»; en el mismo hay un recinto exclusivo para el Rey y allí él deposita Su tesoro, alusión directa al Arca Sagrada conteniendo las Tablas de la Torah,  depositadas en el קדש הקדשים «Qódesh Haqodashim» -recinto Sacrosanto-  cuyo acceso estaba prohibido para toda persona, exceptuando al כהן גדול «Kohen Gadol» -Sumo Sacerdote- y en determinadas condiciones.

Había un פרכת «Parójet» que separaba entre el Qódesh Haqodashim y el resto del Santuario, y allí en el Qódesh -Santuario- estaba la mesa con los panes de proposición en un recinto cuyo acceso era permitido, tanto como en el Palacio del Rey hay un atrio en el cual el Rey recibe a Sus servidores.

Los doce panes de proposición representan, de acuerdo con Abarbanel, el alimento que los hijos de Israel comían durante la travesía del desierto, o sea el מן «man» (Éxodo 16). El מן «man«, en efecto, se recogía durante seis días excepto el שבת «Shabat«. Los doce panes de proposición estaban ordenados en dos hileras separadas entre sí, representando el sustento de las personas «para el día y para la noche». Estos panes eran ordenados por כהן «Kohén» -Sacerdote- cada Shabat, representando con ello la carencia de «man» en Shabat, pero asegurando también el sustento de ese día sagrado.

El autor de Tseror Hamor agrega que la cercanía de la mesa con los panes al Arca de la Torah estaría indicando que la vida espiritual debe ser también apoyada por el aspecto material que tiene la vida del ser humano: אם אין קמח אין תורה «Im en qemaj, en Torah» -si no hay sustento, no hay Torah-.

En ese sentido, los cabalistas inspirados en el Libro del Zohar creen ver en esta mesa y los panes de proposición, el símbolo de la vida material del ser humano. El esquema sería: el ser humano tiene que crear y producir, pero debe invocar la bendición de Eloha que recaerá únicamente si el hombre hace sus propios esfuerzos. La bendición de Eloha no recae sobre el vacío o lo vacuo, sirva de ejemplo el relato del profeta Elishah en Melajim Bet 41:7[8]

Así que el Eterno hace el milagro de la multiplicación del aceite, pero sujeto a la cantidad de vasijas que el ser humano haya conseguido para recoger ese aceite.

Es decir, el Eterno hace su parte, pero espera que el hombre haga la parte que le corresponde. La fe en el Eterno no es cruzarse de brazos y no hacer nada. La fe es hacer lo que el Eterno designó que le corresponde al hombre y esperar confiadamente que el Eterno hará su parte que es la más importante.

Aplícalo a tu vida en cuanto a suplir tus necesidades materiales: trabaja. Aplícalo a tu vida espiritual, haciendo lo que te corresponde: luchar contra el pecado, obedecer los mandamientos, hacer teshuvah, ofrecer sacrificios de alabanza, que el Eterno hará su parte: liberarte aquí de las aflicciones que él no ha dispuesto y llevarte al olam haba.

Shabat shalom.

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[1] Yomá 72b.

[2] Yebamot 24b.

[3] Menajot 96b

[4] Menajot 97a.  Con respecto a la forma que tenían los doce «Panes de Semblantes», el Talmud cita dos opiniones. Según Rabí Janiná, cada pan estaba hecho en forma de «caja abierta», es decir, como una caja  abierta  en la parte superior. Según Rabí Iojanán cada pan tenía la forma de un «barco oscilante», es decir, como un barco cuyo casco se angostara progresivamente hasta la parte inferior. Los רְּעָרבֿת (qarot), «platillos», eran los moldes utilizados para el pan y eran de dos tipos: de hierro y de oro, ambos con igual forma.

[5] Menajot 97a.

[6] Cualquier varón de la descendencia de Aarón que fuere leproso, o padeciere flujo, no comerá de las cosas sagradas hasta que esté limpio. El que tocare cualquiera cosa de cadáveres, o el varón que hubiere tenido derramamiento de semen, o el varón que hubiere tocado cualquier reptil por el cual será inmundo, u hombre por el cual venga a ser inmundo, conforme a cualquiera inmundicia suya; la persona que lo tocare será inmunda hasta la noche, y no comerá de las cosas sagradas antes que haya lavado su cuerpo con agua. Cuando el sol se pusiere, será limpio; y después podrá comer las cosas sagradas, porque su alimento es.

[7] Vaiqrá 18:5: guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos.

[8] Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Elishá, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de IHWH; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. Y Elishá le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. Él le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.  Vino ella luego, y lo contó al varón de Eloha, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.